viernes, 31 de mayo de 2013

RESUMEN CAPITULO 2 DE LAS CAUSAS VIOLENCIA INTRAFAMILIAR


CAUSAS DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Existen varias explicaciones de por qué el hombre es violento en el hogar, que podemos dividir en tres: biológica, psicológica y la perspectiva de género. Cabe decir que existe otra explicación a la que llamo teológica. Considero esta perspectiva como una forma cultural, de modo que la trataré dentro de la perspectiva de género.


La interpretación biológica
Para definir la violencia intrafamiliar desde esta interpretación, diversos profesionistas afirman que la violencia es parte de la estructura biológica del hombre. Esta postura supone que, para sobrevivir, el hombre ha tenido que ser violento y por lo tanto desarrollar su agresividad. De esta forma, se cree que el hombre es violento porque está genéticamente propenso a serlo, pues es mediante esta violencia como ha podido sobrevivir. Se dice que el hombre, comparado con la mujer, es naturalmente más agresivo sólo por tener más fuerza física y tener el papel de protector. Así, cuando se encuentra en situaciones de presión, es «natural» que el hombre responda en forma agresiva y violenta. Quienes defienden esta postura, citan ejemplos de diversas especies animales en las que los machos son más agresivos que las hembras; pero al tomar este ejemplo no toman en cuenta que el ser humano es una construcción cultural y social.


La interpretación psicológica
La segunda interpretación de la violencia del hombre hacia la mujer en el hogar, asume que el hombre violento tiene un problema psicológico o psiquiátrico y por eso es violento. Las explicaciones psicológicas más comunes dicen que el hombre sufre de una disfunción psicológica que lo hace sentir vulnerable, inseguro y con baja autoestima, por lo cual tiene que sobre compensar mediante la violencia, al enfrentarse con su pareja, para' afirmarse un valor. En muchas ocasiones, los terapeutas buscan la explicación a esta inseguridad en su infancia y en los problemas que vivió al crecer. Asumen que, porque vio violencia en su hogar, él mismo será violento. Suponen que al resolver su enfermedad psicológica, el hombre dejará de ser violento, pues la causa de sus reacciones agresivas será resuelta.

La interpretación de la perspectiva de género
La explicación de género dice que la violencia en el hogar tiene objetivos muy específicos que no necesariamente tienen que ver con la supervivencia del individuo. Cuando el hombre es violento con su pareja, su objetivo es tenerla bajo control para obtener beneficios al disponer de los recursos de ella.
Cuando un hombre mantiene a una mujer desequilibrada, sin alternativas, desprovista de reclusos económicos o intelectuales, desprovista de sus propias capacidades para satisfacerse a sí misma y tomar decisiones; cansada, exhausta de cuidar a toda la familia, lo que hace es preservar el modelo que conocemos como patriarcado.
«El patriarcado es un orden social genérico de poder, basado en un modo de dominación cuyo paradigma es el hombre. Este orden asegura la supremacía de los hombres y lo masculino sobre la interiorización previa de las mujeres y de lo femenino. Es, asimismo, un orden de dominio de unos hombres sobre otros y de enajenación entre las mujeres."

Esta visión explica mejor por qué un hombre es violento con su pareja. Cada hombre, desde muy pequeño, aprende que hay dos posiciones sociales; en una están los que dan órdenes y son servidos (por ejemplo, cuando llegan a la casa se les trata como reyes y son vistos con admiración y respeto). Se les ve lejanos y libres porque salen a buscar la supervivencia de la familia y por lo tanto son los jefes, los que merecen el crédito por todo lo que hacen y tienen necesidad de descansar y divertirse en formas diferentes del resto de la familia. Son los seres grandes y seguros que llevan las riendas de la familia y los guías que lo saben todo. Son los que dan permisos y castigos cuando es necesario.


Pautas para entender la relación entre masculinidad y violencia
El concepto de masculinidad en nuestras sociedades dicta que el hombre adquiera ciertas características para «ser hombre», la masculinidad espera que el hombre «construya»  su masculinidad o identidad de «hombre». Es interesante notar que la identidad masculina es tan frágil que «es un premio por el que se tiene que luchar» y las sociedades crean una imagen de la masculinidad que es elusiva o excluyente porque requiere una aprobación mediante aspectos culturales, rituales o pruebas de habilidad y fortaleza». Dos factores muy importantes para obtener esta aprobación son la diferenciación y la identificación.

El espacio intelectual y la masculinidad
El espacio intelectual es aquel donde se generan ideas para entender lo que está sucediendo, mediante estructuras simbólicas basadas en definiciones de las causas de un hecho, con la utilización de conceptos conocidos. Por sí solas, las estructuras intelectuales no tienen la validez necesaria para entender estos hechos, pues se requiere que estos conceptos estén en interacción con los espacios emocionales, físicos, sociales y culturales.
Desde pequeño se le enseña al hombre a no poner atención a sus procesos emocionales, supuestamente, porque obstaculizan una forma clara de pensar, fe hacen creer que el pensamiento por sí solo es la única forma de entender los hechos.
El espacio intelectual es el más importante para la masculinidad y el hombre violento, porque es ahí donde realmente es el jefe, el superior y el que ordena. No hay alguien en el mundo que le pueda demostrar al «hombre superior» que lo que piensa es erróneo. Se le pueden dar pruebas empíricas y, sin embargo, el hombre que ha decidido definir un hecho a su manera no podrá ser convencido de otra forma de ver las cosas. Cree que sus ideas son las más apropiadas y superiores a las de los demás.
El espacio intelectual es el mediador entre sus espacios. Puede manejar sus espacios intelectual, social y cultural con su pensamiento, mientras que sus espacios físico y emocional sólo los controla reprimiéndolos.


El espacio físico y la masculinidad
El espacio físico es también fundamental para la masculinidad y para el hombre violento, porque es allí donde se comprueba a sí mismo que es superior; es cuando cree obtener una prueba empírica. El hombre compara SLI fuerza física con la de las mujeres y la mayoría de las veces resulta ser el más fuerte, lo que toma como evidencia irrefutable de que es superior en todos los aspectos.
Para mantener esta superioridad física se controla a sí mismo y toma actitudes que, según él, comprueban su superioridad. Al caminar extiende los brazos para parecer más grande y más fuerte; generalmente camina rápido, a la vez que se muestra serio y con la frente fruncida; también se abre la camisa porque cree que se ve «sexy». Cuando una mujer pasa junto a él, le dice cosas para dejar claro que está dispuesto a conquistarla y comprobar su potencia sexual.


El Espacio Emocional Y La Masculinidad
El espacio emocional está formado por sentimientos o emociones propias de cada persona. Es su forma singular de reacción interna hacia su medio ambiente y hacia sí misma. Son los sentimientos y expresiones de una persona respecto de sí misma o de otras personas y situaciones. El espacio emocional es la forma individual ele procesar internamente su relación con el mundo externo e interno. Cada individuo procesa de modo diferente sus experiencias, según el efecto emocional que éstas tengan en él.
El espacio emocional es el menos desarrollado en el hombre. Lo ve con recelo porque las emociones lo hacen sentir vulnerable, pues se requiere flexibilidad para procesarlas. Una característica de la masculinidad es la falta de flexibilidad, porque cree que al ser inflexible se va a mantener en un estado de control total de sí mismo. Por lo tanto, el hombre evita este nivel de acción emocional y lo reprime lo más posible. Al reprimir este nivel emocional, se quita su propia individualidad para ajustarse al parámetro social que le indica cómo mantener es la condición de superioridad.



El espacio social y la masculinidad
El espacio social es aquel donde se desarrollan contactos, interacciones e intercambios con otras personas. Para el hombre, este espacio es otra oportunidad para comprobar que es superior. Percibe a todas las personas que lo rodean como sujetos de competencia que pueden demostrarle si es superior o no. El hombre crea relaciones sociales de competencia para comprobarse a sí misino su superioridad. De aquí surgen los juegos como los albures, que son formas ele demostración simbólica de su superioridad ante otro hombre. Al crear relaciones de competencia, el hombre asume que cada uno de los otros hombres quiere destruirlo, pues también están en competencia, tratando ele demostrar su propia superioridad. El hombre violento usa el espacio social como un aspecto que también debe controlar. Este espacio está integrado por las personas con las que él se involucra, y por las características ele esta interacción. El hombre pretende ser dueño de los espacios sociales ele otras personas, pero no acepta tener responsabilidad y equidad hacia ellas.


El espacio cultural y la masculinidad
El espacio cultural son las diversas formas de procesar la realidad de acuerdo con parámetros establecidos mediante el aprendizaje que el individuo ha recibido en su guipo social más inmediato: su familia, grupo económico, religioso, educativo y geográfico.
La mayoría de las culturas aceptan que la mujer tiene que ser inferior al hombre. El hombre crea formas culturales que definen y refuerzan esta supuesta inferioridad de la mujer: los mitos y las tradiciones. Por ejemplo, si va al hospital espera ver un médico (hombre) y obtener ayuda de la enfermera; si va al banco sabe que la atenderá una cajera, y si tiene algún problema va a ver al gerente (hombre); sí su hijo tiene problemas en la escuela, va a hablar con la maestra, y si no puede resolver el problema hablará con el director; y así por el estilo. Esto le forma una cultura en la que el hombre es el que toma las decisiones que van a ser seguidas y apoyadas por las mujeres.

Causas de la violencia  del hombre en el hogar
Los conceptos que hasta aquí hemos nos ayudan a entender la razón por la (pie el hombre es violento con su pareja. Dos
Aspectos, están siempre presentes:
·         El hombre se cree superior a sil pareja y a la naturaleza.
·         Al creerse superior, hace todo lo posible para imponer esta superioridad y la única forma que conoce de hacerlo es ejerciendo un control mediante la violencia.

En nuestra sociedad creemos que un hombre que no controla a «su mujer» no es «suficientemente» hombre, y por lo general esta inhabilidad de mantenerse como superior tiene un castigo. Llamarlo «mandilón» es una forma de definirlo como inferior por no imponerse. Un elemento muy importante para la masculinidad es la diferenciación entre sexos mediante lugares, herramientas o vestimentas que definen la pertenencia a determinado género. Para la masculinidad es fundamental tener un opuesto, debido a que la única certeza de ser masculino consiste en definir «lo que no es femenino.
Para detener su violencia, el hombre necesita aceptar primero que su pareja es igual a él y tratarla como tal, lo que significa alejarse de la identidad machista de superioridad, reconocer y apoyar los espacios de su pareja y aprender a relacionarse en una forma cooperativa, igualitaria, equitativa; justa v democrática.

























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