Una de las formas con
la que la violencia se propaga hoy en dia es mediante los llamados “micromachismos”,
que no son más que maniobras que utilizan la mayoría de varones para intentar
satisfacer sus caprichos, creyendo así tener la razón en lo que piensan y justificar
su conducta con cosas que para ellos son naturales pero que en el fondo
encierra una violencia altamente poderosa. Por consiguiente origina en la mujer
un concepto erróneo de lo que es respeto y dignidad personal.
Un ejemplo claro en
una relación es cuando el varón hace creer a la mujer, que quien no lo obedece
es porque no lo respeta; es decir quien le contradice mucho. Por lo tanto si tú
me obedeces, tu si me respetas y si tu si me respetas si me quieres, haciendo
sentir a la mujer inferior a él.
Muchos hombres creen
que por ser varones tienen ya un lugar más importante que las mujeres y eso los
hace comportarse de una manera presunciosa y a veces altanera socavando la
integral moral de su pareja, además no
olvidar la forma sutil de manipular emocionalmente aludiendo a la mujer que
debe comportarse de una manera sumisa porque debe ser un buen ejemplo de madre.
En conclusión creó
que los micromachismos se originan por la crisis de géneros que en existen en
la actualidad, y esto no es un problema que solo tiene que ver con la familia
sino también con la educación, sociedad y cultura.
Todo esto está
impregnado en lo dicho anteriormente y tal vez una de las posibles soluciones
es la igualdad entre géneros; es decir cuando el hombre se dé cuenta de que la
mujer es su igual, que no es menos ni más que él y que también ambos reconozcan
la violencia en sus vidas y pongan interés en cooperar uno con el otro buscando
siempre la igualdad entre ambos.
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