jueves, 2 de mayo de 2013

RESUMEN DE ESTEREOTIPOS Y PREJUICIO


ESTEREOTIPOS Y PREJUICIO


LOS ESTEREOTIPOS COMO REPRESENTACIONES INDIVIDUALES Y COLECTIVAS

En líneas generales que un estereotipo es «un conjunto de creencias, compartidas acerca de los atributos personales que poseen los miembros de un grupo».
Normalmente se piensa que los estereotipos son negativos porque frecuentemente describen a los individuos de forma peyorativa e imprecisa. No obstante, en los últimos años la investigación ha intentado llegar a una comprensión más profunda de ellos, de su naturaleza y de su utilización. Efectivamente, los estereotipos son a veces negativos, inciertos e injustos, pero en otras ocasiones no lo son. A veces son útiles, por ejemplo cuando se dispone de escasos recursos cognitivos.
Los estereotipos se pueden conceptualizar desde dos perspectivas complementarias, individual y colectiva, y su comprensión implica la toma en consideración de ambas.
Desde la perspectiva individual los estereotipos se definen como representaciones en la mente de los individuos. Desde la colectiva, los estereotipos quedan representados como una parte de la sociedad y se consideran compartidos por las personas que forman parte de una misma cultura.

1.    Perspectiva individual
La mayoría de los enfoques que analizan los estereotipos desde esta perspectiva incluyen en su análisis un tipo de conocimiento abstracto (por ejemplos los políticos son mentirosos).
Los estereotipos, además, pueden ordenarse jerárquicamente. Así existen unos de carácter más general (por ejemplo, los que podemos tener sobre mujeres), que incluyen estereotipos más concretos subordinados a los primeros, denominados «subtipos» (por ejemplo, amas de casa, profesionales, feministas, etc.).
Otro aspecto importante de los estereotipos es que contienen conocimiento acerca de la variabilidad de los grupos. Esto es, no todos los estereotipos se consideran igualmente aplicables a los grupos respectivos, sino que algunos de ellos lo son más que otros. Por tanto, estaremos más dispuestos a generalizar desde un número pequeño de individuos al grupo en su conjunto, o a la inversa, en aquellos estereotipos que consideremos completamente invariables, y no tanto en los que consideremos más variables.
2.    Perspectiva colectiva
Una diferencia con respecto a la perspectiva individual es que mientras que ésta se centra en el aprendizaje directo de los estereotipos por parte de los individuos a través de la interacción con otros grupos, la perspectiva colectiva cultural se ha focalizado en el aprendizaje, transmisión y cambio de los estereotipos mediante la socialización (por ejemplo, a través de los padres, los iguales, maestros, líderes políticos y religiosos, los medios de comunicación, etc.).

 ESTEREOTIPOS, PREJUICIO Y SUS NUEVAS FORMAS
Tal y como se ha indicado, los estereotipos pueden tener un componente descriptivo que recoge las características asociadas a los miembros de un grupo. Sin embargo, también pueden incluir connotaciones positivas o negativas asociadas a dichos grupos, que constituirían su componente evaluativo. Cuando la psicología social comenzó a profundizar en el estudio de los estereotipos, se centró fundamentalmente en el componente evaluativo (sobre todo negativo), haciéndolos prácticamente equivalentes al concepto de prejuicio.
Así, el prejuicio consiste en juzgar y reaccionar ante un individuo basándose en la categoría o grupo al que pertenece, sin tener más información referente a él.
1.   Las nuevas formas de prejuicio
La expresión «yo no soy racista, pero…» se ha convertido en el comienzo repetido de muchos discursos en los que una persona intenta justificar un incidente sobre el que pesa la sospecha de ser el resultado de actitudes prejuiciosas. Esta brecha entre el rechazo explícito a las expresiones de prejuicio y el mantenimiento encubierto de actitudes prejuiciosas es lo que ha llevado a  numerosos investigadores a considerar que en la actualidad no es que el prejuicio haya desaparecido, sino que se ha hecho más sutil, adoptando nuevas formas. Diferentes planteamientos coinciden en considerar que muchas personas todavía tienen afectos y sentimientos negativos hacia los miembros de ciertos grupos pero que, al mismo tiempo, saben que ya no está bien visto manifestar o tener esos sentimientos. Veamos algunas de estas formulaciones sobre el nuevo prejuicio.
a)       El manejo de la impresión: Se trata, sencillamente, de que las personas tienen pre-juicios y son conscientes de ellos, sólo que les da vergüenza o reparo manifestarlos públicamente.
b)       Racismo moderno: En las personas racistas modernas coexiste el apoyo a los principios abstractos de justicia y no discriminación con los sentimientos negativos hacia los miembros de otros grupos, lo cual les lleva a expresar su prejuicio de forma indirecta y simbólica, oponiéndose a medidas que favorecen la integración de dichos grupos (subvenciones a empresas creadas por ellos, por ejemplo) pero a la vez también a medidas segregacionistas o claramente excluyentes de las minorías.
c)       Racismo simbólico: Ocurriría como consecuencia de existir en el individuo sentimientos negativos hacia las minorías y un alto grado de creencia en los valores tradicionalmente occidentales (disciplina, autonomía, individualismo, trabajo duro, obediencia, etc.). La persona racista simbólica piensa que las minorías no asumen esos valores y no contribuyen por tanto al desarrollo de la nación, y de esa manera justifica su afecto negativo hacia ellas.
d)            Racismo manifiesto y sutil: el racismo manifiesto (tradicional) se basa en la percepción de que el grupo nos amenaza y en la oposición al contacto íntimo con sus miembros. El racismo sutil, en cambio, consta de tres componentes más ocultos y más aceptables en la cultura occidental: 1) La defensa de los valores tradicionales, lo cual lleva a culpar a las víctimas del prejuicio de su propia situación. 2) La exageración de las diferencias culturales; la situación de desventaja en la que se encuentra el grupo discriminado ya no se atribuye a su inferioridad, sino a las diferencias culturales. 3) Dado que tener reacciones emocionales negativas hacia los miembros del grupo puede verse como un indicio de racismo, quien tiene prejuicios sutiles no admite la existencia de esos sentimientos negativos, pero se manifiesta no teniendo sentimientos positivos hacia los miembros del grupo.

2.    La medición de los estereotipos y de prejuicio
En la actualidad se dispone de múltiples procedimientos y herramientas para medir los estereotipos y el prejuicio.
Cuestionarios tradicionales: La manera más fácil y directa de medir el estereotipo y el prejuicio es preguntándoselo directamente a las personas.
Esta técnica consiste en hacer creer a los participantes conectados a un aparato que éste es capaz de detectar cualquier tipo de engaño en sus respuestas verbales (esto es, que era una especie de «máquina de la verdad»). Los resultados mostraron que los participantes conectados a este aparato (en comparación con un grupo que no lo estaba) admitieron respuestas más prejuiciosas.
Escalas de prejuicio moderno: Estas escalas incluyen ítems formulados de manera que los individuos no sepan que están midiendo prejuicio, y en consecuencia no puedan alterar sus respuestas acomodándolas a lo que ellos creen que son las normas sociales.
Medidas comportamentales y no verbales: Se trata de crear situaciones lo más parecidas posible a la realidad y observar cómo se desarrollan las interacciones entre miembros de un grupo.
Comportamiento verbal: Consiste en analizar comportamientos como las interrupciones cuando otra persona está hablando, los errores en el discurso, su excesiva simplificación, su tono afectivo.
Medidas implícitas: Estas medidas parten del supuesto de que nuestro sistema cognitivo produce respuestas automáticas según las características de los estímulos y del conocimiento que tengamos en nuestra; mente.

EL CONTENIDO DE LOS ESTEREOTIPOS Y SU RELACIÓN CON EL PREJUICIO
Actualmente, existe un conjunto de investigaciones que muestran que podemos observar en el contenido de los estereotipos un patrón que obedece a ciertos principios psicológicos generales. En los siguientes apartados nos ¿entraremos en algunos de ellos, como la ambivalencia que normalmente está presente en el contenido de los estereotipos, reflejo de las relaciones intergrupales; la exageración de los aspectos negativos en su contenido; la importancia del favoritismo endogrupal en este análisis, así como la relativa precisión e imprecisión de su contenido y el fondo de verdad que expresan.
1.    La ambivalencia presente en los estereotipos: las dimensiones de competencia y sociabilidad y sus efectos sobre las emociones y el comportamiento
Según la propuesta de Fiske y colaboradores (1999), la ambivalencia de la mayoría de los estereotipos refleja las relaciones estructurales que se establecen entre grupos y se encuentran determinados por su estatus y la naturaleza de su interdependencia. Según el modelo del contenido de los, las dos dimensiones más generales que se han encontrado de forma recurrente en los estereotipos y percepciones interpersonales e intergrupales son las de cotnpetencia y sociabilidad.
Por otro lado, parece existir cierto efecto de compensación entre ambas dimensiones, ya que cuando un grupo es percibido como alto y otro como bajo en una dimensión, se tiende a invertir el patrón al hablar de la segunda dimensión, aunque la información sobre ésta sea ambigua.
Esta ambivalencia que caracteriza a los estereotipos tiene también consecuencias emocionales y conductuales. Según el modelo del contenido de los estereotipos, las posibles combinaciones de sociabilidad y de competencia predicen diversas emociones hacia los miembros de distintos grupos. Así, los grupos percibidos como poco competentes y poco sociables (vagabundos) provocarán desprecio; los estereotipados como competentes y poco sociables (mujeres ejecutivas) suscitarán envidia; los poco competentes y muy sociables (ancianos) despertarán compasión; y, por último, los percibidos como altamente competentes y sociables provocarán. De la combinación de éstas, surgen cuatro tipos de conductas:
·         Facilitación activa (ayuda). Son conductas que tienen el único objetivo de beneficiar a un grupo.
·         Facilitación pasiva (cooperación). En este caso, se tolera la cooperación con un grupo. Es decir, se coopera y ayuda a un grupo, pero de forma obligada.
·         Daño activo (ataque). Se pretende dañar explícita e intencionadamente a un grupo
·         Daño pasivo (negligencia). Consiste en negar las necesidades de un grupo, excluyéndoles y apartándoles así de la sociedad y negando su existencia.


2.    La atracción de lo negativo
Una de las razones que se ha aducido para dar cuenta del procesamiento privilegiado de la información negativa y extrema es que se trata algo inesperado, ya que en general los individuos esperan que los demás y las situaciones en la que se implican van a resultar relativamente positivos, por lo que esta información resulta llamativa al ir en contra de estas expectativas.
Sin embargo, con lo que se ha comentado has ta aquí se quiere poner de manifiesto que aunque los estereotipos incluyan información negativa, frecuentemente también incluyen información positiva. Aunque quizá su carácter negativo forma parte del «prototipo» de estereotipo que tenemos,: no debería formar parte esencial en su definición, ya que las características positivas también forman parte de los estereotipos de grupos sociales .
3.   El favoritismo endogrupal
Otro patrón que parece común a la mayoría de los estereotipos, y en especial a su contenido, y que también se ha considerado muy relacionado con el desarrollo del prejuicio tiene que ver con la relativa ventaja que se le otorga al endogrupo en relación con los exo-grupos.      

4.   La relativa precisión en el contenido estereotipos y su fondo de verdad
Es cierto que no sería muy difícil demostrar que la mayoría de las creencias que tenemos acerca de los grupos son erróneas. Pero como algunos señalan, quizá existen ciertas razones por las que la mayoría de los autores han considerado que los estereotipos son imprecisos, entre las que se encuentra la evidencia, como ya se ha comentado previamente, de que algunos estereotipos no se basan en datos' reales o de que se centran en el comportamiento negativo y extremo, rasgos que en un principio no parece lógico suponer caractericen a todos los grupos. Además, al haber señalado a los estereotipos como uno de los requisitos para que se desarrolle el prejuicio hacia determinados grupos, las intervenciones centradas en la demostración de su falta de precisión podrían ser útiles para la reducción del prejuicio.
Sin embargo, por otra parte, existen algunos ejemplos de convergencia entre la imagen que un grupo tiene de sí mismo y la imagen que tienen otros de él, utilizando para ello los estereotipos y otros indicadores más. Igualmente también se ha encontrado que en algunos casos los estereotipos de los grupos coinciden con ciertas medidas de rasgos de personalidad
Por tanto, podríamos decir, que los estereotipos normalmente poseen cierto fondo de verdad y se caracterizan por ser percepciones relativamente precisas cuando se trata de obtener una imagen global de un grupo. El problema de la precisión radica fundamentalmente en la extrapolación de estas características grupales a individuos concretos.
 LA IMPORTANCIA DEL CONTEXTO
El análisis de los estereotipos y el prejuicio sería incompleto si no se hiciera referencia al contexto social en el que se desarrollan. El contenido de los estereotipos sociales y la valoración de éstos se ven influidos por las relaciones existentes entre los grupos y el contexto intergrupal en el que surgen. Seguidamente trataremos algunas de las formas en las que el contexto social determina el proceso, el contenido y la valoración de los estereotipos de diferentes grupos sociales.
1.   La explicación social: el esencialismo psicológico
El enfoque esencialista considera que los estereotipos se desarrollan gracias a la interacción entre las características de la realidad (la similitud entre objetos) y las características del perceptor. El proceso de dotar de una esencia a una determinada categoría permite atribuir ciertas características subyacentes a conjuntos de objetos que son similares al menos en algunas características superficiales, por ejemplo, si pensamos que todas las personas que visten elegantemente son más responsables o son más trabajadoras que quienes visten de manera informal.
2.   La justificación del sistema
Según la teoría de la justificación del sistema, el contenido de los estereotipos reflejaría tanto para los miembros de grupos aventajados como desaventajados la «verdad» acerca de las diferencias entre ellos y serviría como una fuente de mantenimiento de la jerarquía establecida. Por ejemplo, el estereotipo de las mujeres como no muy competentes, pero amables, tiernas, con habilidades de comunicación y preocupadas por los demás y por sus sentimientos, justificaría su rol tradicionalmente subordinado al de los hombres, poniendo de manifiesto el efecto del que estamos hablando.
3.   Los efectos de los estereotipos y del prejuicio
a)  Ambigüedad atributiva
En general, quienes pertenecen a grupos minoritarios y han sido víctimas de discriminación se encuentran con el dilema de saber exactamente a qué se debe el tratamiento desfavorable que otros les dan: bien al estereotipo negativo que los demás tienen de su género, raza o categoría a la que pertenecen, bien a su falta de habilidades personales.
b)  La amenaza del estereotipo
Otro efecto que puede tener la asignación de estereotipos negativos y el prejuicio sobre quienes los padecen es lo que Steele ha denominado amenaza del estereotipo. Con este término, Steele se refiere a la ansiedad que un individuo puede experimentar al pretender contrarrestar con su comportamiento el estereotipo negativo asignado a su grupo y no tener la certeza de conseguirlo con éxito.

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