TE DOY MIS OJOS
La
película Te doy mis ojos presenta una visión clara de la violencia doméstica. La
violencia que se observa a lo largo de la película más que física es emocional y mental, que pone en una
situación de sufrimiento continúo a Pilar porque nunca sabe si Antonio va a llegar a buscarla o
si cuando viene es realmente para reconciliarse y arrepentirse.
Muestra
además uno de los muchos casos de violencia contra la mujer, en una sociedad donde
la masculinidad, lo que significa ser hombre, debe caber con ciertas
estándares, y la femineidad, o el papel de género tradicional de la mujer,
tiene su lugar dentro de la sociedad. Por su propia inseguridad, Antonio odia
que su mujer trabaje, y al final intenta quitarla de este derecho, tratándola
como una posesión que puede dominar absolutamente.
El
problema de Antonio es que está confundiendo amor con posesión y poder. Esto le
lleva a no dejar que Pilar crezca, ni que se desarrolle como persona. Esta
situación se presenta con muchas parejas, donde el amor pasa al control y a
deja de tener en cuenta el derecho a una vida digna que tiene la otra persona,
aunque dentro de nuestro contexto eso a veces se define como “querer”.
Al final
Pilar toma una decisión, tal vez demoro mucho pero ahora ella se siente segura
de lo que hará y empezara una vida, así también muchos esperamos a que pase
algo fuerte para que recién abramos nuestros ojos y poder tomar una decisión.
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